6 claves para encontrar vídeos educativos de calidad

Todos recordamos a ese profesor que, a pesar de las adversidades, se atrevía a poner algún vídeo educativo para completar sus clases. Tenía que mover cielo y tierra para conseguir hueco en la sala de audiovisuales o, con suerte, se hacía con el carrito del televisor para reproducir un VHS ya desfasado para la época.

Más de uno recordará el revuelo que se formaba los minutos previos a la reproducción del vídeo. Entre la instalación, el rebobinado y los problemas de última hora, se perdían unos valiosos minutos e incluso la sesión entera.

Atrás quedaron aquellos años y las limitaciones para reproducir contenido audiovisual en clase. En la actualidad, la mayoría de las aulas disponen de pizarras digitales o pantallas en las que es posible reproducir vídeo en cuestión de segundos.

Además, fuera del colegio los alumnos también tienen acceso a múltiples pantallas en las que reproducir sus vídeos favoritos además de algunos contenidos educativos como refuerzo a sus tareas.

A raíz de este cambio en el modelo de consumo audiovisual, debemos ser muy cuidadosos con el tipo de vídeos que ponemos al alcance de los más pequeños.

En el minuto que llevas leyendo estos párrafos se han subido 500 horas de vídeo a YouTube, esto quiere decir que para que una persona vea todo el contenido subido en una hora, necesitaría sentarse delante de una pantalla durante aproximadamente tres años y medio.

Hay tanto contenido audiovisual en la red, que no es fácil encontrar vídeos de calidad que sirvan de apoyo a los niños en su aprendizaje. En este post daremos algunas claves para identificar vídeos educativos de calidad:

1. Contenido. ¿Quién está detrás del vídeo?
Tenemos que ser conscientes de la procedencia del vídeo. ¿Quién es el autor? ¿Es una institución u organización educativa? ¿O es solamente un particular del que desconocemos su fin? Debemos verlo antes de mostrárselo a los niños: el contenido puede ser erróneo, desactualizado o simplemente puede tratar temas controvertidos a los que no queremos que tengan acceso.

2.Orden. ¿Está estructurado?
Toda buena historia tiene una introducción, un nudo y un desenlace. Los vídeos educativos no son menos. Necesitamos una estructura clara para que el niño asimile los conceptos. Lo ideal es que haya una introducción en la que el espectador sepa qué va a aprender, un “nudo” donde se le explica el concepto y un “desenlace” donde repasar lo aprendido.

3.Locución y audio
Como en la música, los silencios son igual de importantes que los sonidos. Lo mismo pasa en un vídeo educativo. El espectador, en este caso el niño, está absorbiendo nuevos conceptos, por lo que, para asimilar la información, necesita que su interlocutor pare unos segundos.
Además, la locución debe ser clara y tener el ritmo y la entonación adecuada para mantener la atención del espectador. También son importantes los volúmenes de música y voz. Es habitual encontrarnos con vídeos de gran calidad educativa en los que hay que hacer un sobreesfuerzo para entender al locutor debido al volumen de la música y efectos.

4.Textos
El texto mostrado en los vídeos educativos es importante, pero no se debe usar en exceso. Es correcto mostrar textos en títulos, cuando se trata de alguna palabra complicada o bien cuando nos estamos centrando en reforzar la lectura. Pero un vídeo no es un libro. El texto debe aparecer en su justa medida para evitar perder la atención del niño.

5.¿Es divertido?
Este es el rasgo que marca la diferencia. Temas menos atractivos para los niños acompañados de factores divertidos ayudarán a que no pierdan el interés en el visionado. No hay una fórmula para convertir un vídeo en divertido, ya sea utilizando personajes con personalidades pintorescas, incluyendo bromas o simplemente convirtiendo la explicación en una apasionante aventura.

6.Estética cuidada
Y por último, aunque no menos importante, el video debe ser visualmente atractivo. Colores llamativos, ilustraciones divertidas, modelos 3D… son solo algunos ejemplos para que el niño no quiera apartar la vista de la pantalla.

Encontrar contenido audiovisual que aglutine estos factores no es tarea fácil. En Smile and Learn nos esforzamos día a día para que nuestros vídeos cumplan con todos estos requisitos y para que los más pequeños aprendan a la vez que se divierten.

Pablo Arrebola

Equipo de Audiovisual